La historia de Himalaya comenzó por el año 1930, un joven curioso a caballo por los bosques de Birmania vio que a algunos elefantes inquietos se les estaba dando de comer la raíz de una planta, Rauwolfia serpentina, la que los ayudaba a pacificarlos. Fascinado por el efecto de la planta en los elefantes, este joven, el Sr. M. Manal, el fundador de Himalaya, quería probar científicamente las propiedades de la hierba.

Sin dinero y con sólo un puñado de sueños, empeñó las joyas de su madre para comprar una máquina de formación de comprimidos de accionamiento manual. Los años que siguieron fueron una época de resistencia y una prueba de

paciencia, fuerza y ​​la pasión del joven. Pasaba los días aprendiendo sobre hierbas de los curanderos del vecindario y las noches trabajando en la máquina para hacer unos cientos de comprimidos. Su visión era llevar la ciencia india tradicional de Ayurveda a la sociedad en una forma contemporánea.

"Sin dinero y con sólo un puñado de sueños, empeñó las joyas de su madre para comprar una máquina de formación de comprimidos de accionamiento manual."

En el tiempo en que los productos a base de hierbas eran vistos con escepticismo, la creencia de nuestro fundador en el poder curativo de las hierbas era inquebrantable. Sentía que si a las personas se les ofrecieran medicamentos en base a hierbas seguros y eficaces, llegarían a aceptarlos como parte de la rutina de su cuidado de la salud. Él creía que los medicamentos en base a hierbas podían y deberían ser evaluados en los mismos parámetros de calidad y de eficacia como la medicina convencional. Esto fue posible a través de la investigación empírica. Una vez que la investigación científica demostró que los productos a base de hierbas funcionaban, incluso los médicos podrían ser ganados. Éste fue un gran sueño con grandes desafíos. Pero él perseveró a pesar de los obstáculos.

Después de cuatro años de investigación de la hierba Rauwolfia serpentina, Serpina®, el primer fármaco antihipertensivo natural del mundo fue lanzado en 1934.

 

El descubrimiento marcó el rumbo futuro de Himalaya. Nos enseñó el valor de la investigación científica. También nos enseñó la importancia de la paciencia, pasión y perseverancia. Desde entonces nos hemos concentrado en convertir la tradición herbal de Ayurveda en una variedad de formulaciones de propiedad privilegiada dedicadas a una vida saludable y a la longevidad.